Soy Fernanda. En marzo comencé a compartir con las chicas de la residencia un taller de literatura, espacio que desde su concepción inicial fue tomando diferentes caminos con el fin de compartir y poner en valor la lectura, la creación y la expresión a través de la palabra.
Así, y tras un mes destinado a conocernos e intercambiar experiencias, decidimos concretar el primer proyecto: una pequeña biblioteca con títulos de diversos géneros. Actualmente, tenemos en una repisa pequeña unos 30 ejemplares y una carpeta en la que cada una va anotando los títulos que saca y devuelve.
También incluimos a la música en nuestras clases. Muchos de los temas elegidos por ellas se transformaron en disparadores para escribir sobre nuestro mundo interior. Los miedos, los sueños, las angustias, las alegrías, los dolores y los amores fueron cobrando protagonismo en nuestros escritos y charlas.
Luego asumimos el desafío de leer, en forma colectiva, una novela. De esta manera, recorrimos semana a semana las páginas de “Nacida bajo el sol de Acuario” de Florencia Bonelli. Posteriormente nos preparamos para visitar la Feria del Libro y del Conocimiento de Córdoba, una salida en la que no solo nos acercamos a los stands para ver y descubrir autores y títulos, sino que además nos sirvió para visitar el Cabildo y otros puntos históricos de la ciudad.
En la etapa final del año, nos dedicamos a ahondar sobre otros géneros: cuento y poesía.
Compartimos versos de Pablo Neruda, Gustavo Adolfo Bécquer, Alfonsina Storni y Emily Dickinson, entre otros. La experiencia fue fascinante.
A la hora de los cuentos, elegimos “Cuentos para temblar” de Lilia Lardone, “Amigos por el viento” de Liliana Bodoc y “Bajo el designio de un rayo” de mi autoría.
Como cierre de este taller anual, armamos este blog. Un espacio virtual que reúne experiencias, escritos, lecturas, anécdotas, música y fotos
Ellas -las que están, las que pasaron y se fueron, las que vendrán- son las protagonistas de este humilde libro virtual.
Ellas son luchadoras, valientes, con el corazón lleno de amor, con la cabeza llena de sueños. Son mamás, novias, amigas, hijas, alumnas.
Cada una tiene un don, algo bello que espera salir a la luz.
Me alegra haberlas conocido a lo largo este tiempo. Me alegra haber compartido momentos no solo atravesado por los libros sino por la vida.
Ellas son “Las chicas de la Resi”.
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