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Leyendo a Florencia Bonelli

 

A fines de mayo empezamos con el proyecto de leer una novela todas juntas. Evaluamos opciones, todas coincidieron que les gustaban las historias de amor. Y si de amor se trata, nada mejor que Bonelli.

Así, empezamos a transitar el romance de Bianca y Sebastián, dos chicos modernos, actuales próximos a terminar la secundaria. Él, atractivo y seductor. Ella más bien tímida, con una voz cautivante y una historia familiar dura.

La sexualidad, el amor, la anorexia, las drogas y la violencia familiar, fueron algunos de los temas que surgieron a través de la lectura de este libro.

Como esos fueron meses en los que había pocas chicas en la residencia, las que lograron empezar y terminar “Nacida bajo el sol de Acuario” fueron solo Sabrina y Karen (en algunas oportunidades se nos sumó también Maylén).

Terminamos los últimos capítulos una linda tarde de agosto, compartiendo una merienda y charlando animadamente sobre los personajes.

“Es el mejor libro de la historia. En algunos momentos me emocionó y los ojos se me llenaron de lágrimas”, comentó Karen quien admitió que se sentía muy identificada con Bianca, la protagonista.  

“El libro está bueno, algunas partes me pusieron la piel de gallina” dijo Sabrina también enganchada con esta primera experiencia de lectura compartida.

 

¿Qué quieren Sabrina y Karen? Tan solo leer las otras dos entregas de la saga Nacidas.

 

Y yo estoy en campaña de conseguirlas, así cada una tiene su ejemplar y el día que dejen la residencia recuerden que la lectura siempre es un cable a tierra.

 

 

Paseo por la feria

Con mucha curiosidad y entusiasmo, fuimos con Thalía y Sabrina a recorrer los stands de la Feria del Libro. Obviamente que antes de iniciar el paseo compartimos medialunas y criollos en una mañana fresca de septiembre. Luego fuimos pasando por los stands y librerías.

 

Miraron con curiosidad los títulos de los youtubers del momento, algunos otros textos juveniles y también cosas vinculadas al rock. Les gustó pasear por los domos, en especial el digital, y también visitar el Cabildo. Fotos, sonrisas y un lindo retorno tras haber compartido una “mañana diferente”, tal como ellas lo definieron.  

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